¿Sabes cuál es la joya que más te favorece?

Descubre cómo elegir joyas según tu tono de piel.

Igual que utilizamos el maquillaje, la ropa o el peinado para mejorar nuestra imagen, la joyería también puede ser nuestra gran aliada. Los reflejos del metal y de las piedras pueden potenciar la luminosidad de nuestra piel, destacar el color de nuestros ojos y resaltar nuestros rasgos.

Lo primero que debes hacer para elegir las joyas perfectas para ti es determinar tu tono de piel. Hay tres tipos principales: cálido, frío y neutro. Para saber cuál es tu tono, observa las venas de tu muñeca en una zona con buena luz natural. Si tus venas tienen un color azulado, es probable que tu tono de piel sea frío. Si tus venas son verdes, tu piel será cálida. Si tienes dificultades para distinguir entre ambos tonos, es muy probable que tu tono de piel sea neutro.

¿Cuál es la joya ideal para una piel cálida? Este tipo de piel tiene más opciones a la hora de elegir una joya, ya que la mayoría de los metales, dorados o plateados, destacan sobre su tono de piel. Sin embargo, son las joyas doradas las que mejor les sientan, aportando mayor luminosidad a la piel gracias a sus reflejos dorados.

¿Y para los tonos más fríos? A las personas con tonos de piel más claros les sientan mejor las joyas plateadas, ya que el reflejo de la luz en las joyas de plata aporta mayor luminosidad a la piel. En cuanto a las piedras, las perlas son siempre una buena opción, junto con las piedras en tonos pastel.

Recuerda que no existe una regla única para elegir la joya perfecta según el tono de piel, ya que cada persona es única. Lo importante es que te sientas cómoda y segura con la joya que elijas. Esperamos que estos consejos te ayuden a encontrar la joya perfecta que realce tu belleza natural.